Los laboratorios franceses Boiron, se cambiaron de sede en Madrid a un edificio de tres plantas donde querían generar un espacio de trabajo fluido, sostenible y natural.

Sus espacios abiertos de trabajo colaborativo y despachos individuales con paredes de cristal se mezclaron con suelos verdes y puertas de madera. Para mantener su aspecto diáfano y sostenible, en Zama decidimos señalizarlo con grandes letras de vinilo al ácido, círculos de colores corporativos y fotografías de plantas homeopáticas que generasen un juego de luces y colores naturales.

Además utilizamos otros elementos decorativos como estanterías diseñadas en madera de haya, mensajes corporativos en metacrilato pintado o columnas de flores impresas en fórex.

Conseguimos un ambiente fresco, natural y dinámico, en consonancia con el espíritu de trabajadores que forman esta compañía